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Un clásico: Petrosian vs Fischer


Tras las demoledoras victorias de Fischer sobre Taimanov y Larsen llegó la final del Match de Candidatos, que se disputó desde el 29 de septiembre al 26 de octubre de 1971 en el Teatro General San Martín, de Buenos Aires.

Si las victorias anteriores de Fischer estaban previstas, no así por tan amplio margen, la final frente al soviético Tigran Petrosian, no tenía un pronóstico claro.

El palmarés del armenio Petrosian era impresionante, con nada menos que tres duelos por el Campeonato del Mundo, en los que obtuvo dos victorias, se destacaba su maestría en el juego posicional, y en la defensa, lo que le hacía sufrir muy pocas derrotas.

El camino hacia la final de Petrosian fue mucho menos lucido que el de Fischer, se impuso por la mínima tanto al alemán Robert Huebner como a su compatriota Viktor Korchnoi, a este tras una larga serie de tablas que hizo circular la broma de que ninguno de los dos quería ganar, para no tener que enfrentarse a Fischer.

Tigran Petrosian

Petrosian se quejó de muchas cosas tras el match, indicando que las prerrogativas que recibía Fischer, dejaban en desventaja psicológica a sus rivales, él incluido, aunque no dio una muestra convincente de cuáles eran esos privilegios, uno de los que nombra es que la luz era la que Fischer prefería, eso suena ventajista, Fischer exigía la mejor iluminación para la vista de ambos, no la que más le gustaba, que Fischer reclamara las mejores condiciones para jugar, es algo que hay que agradecerle.

Lo que con toda seguridad molestara a Petrosian, era que la ciudad porteña seguía siendo terreno rendido a Fischer, que lo seguía idolatrando.

Don Pololo, un amigo de mi padre, me regaló el importe de varias entradas al teatro para que presenciara las partidas, pero tras mi aburrimiento del año anterior, y para escándalo del amigo Gus, esta vez “invertí” ese dinero en algo que entonces me pareció mucho más provechoso, ir al cine y a la pizzería Güerrin de la calle Corrientes.

Bobby Fischer

Inicialmente había dos posibles sedes para la final, Petrosian no quería ir a Yugoeslavia, y quedaba sólo Buenos Aires, aunque a última hora apareció una oferta griega, que era la preferida por Petrosian, mientras Fischer prefería a Argentina, la FIDE resolvió la disputa con un sorteo, y ganó Buenos Aires.

Fischer comenzó con blancas la primera partida y fue objeto de una fuerte novedad teórica que demolió una de sus variantes preferidas, Petrosian logró ventaja, pero inexplicablemente, incluso para él, no jugó lo más fuerte, que tenía analizado; Fischer salió indemne de la primera andanada, las chances se equilibraron, dentro de una posición muy compleja, Petrosian en un momento ofreció tablas, que fueron rechazadas, y Fischer se impuso tras una tremenda lucha. Petrosian se quejó de que cuando Fischer estaba en dificultades, hubo un corte de luz, y sólo quedó un foco encendido; la acusación de que Fischer, siempre escrupuloso con la iluminación, esa vez siguió analizando con luz tenue, no parece seria, eso sólo demuestra el formidable luchador que era Fischer, y su claridad de objetivos.

Najdorf, como fue su costumbre durante toda su vida, iba diariamente al Club Argentino de Buenos Aires (situado en la calle Paraguay, por cierto), y si antes no se atrevía a dar un pronóstico, tras la primera partida, en su habitual estilo jovial y extrovertido, dijo que se había confirmado lo que él había previsto, que Fischer era imbatible y que iba a ganar con facilidad.

La segunda partida provocó una conmoción, Fischer fue arrasado por Petrosian, por medio de un brillante ataque; tras 20 victorias consecutivas, Fischer sufrió una derrota.

Nuevamente Najdorf demostró ser un buen oráculo (tras los hechos, claro), llegó al club triunfante diciendo “… ¡parece que la gente no sabe con quién está jugando Fischer!, ¡este es Petrosian!...” y se deshizo en alabanzas a las virtudes del ex campeón mundial.

En la tercera partida Petrosian volvió a superar a Fischer, quien sólo “milagrosamente” se escapó de la derrota, al reclamar tablas por triple repetición de posición, en la que, inadvertidamente, incurrió el soviético.

En la cuarta partida, Petrosian, con blancas, casi forzó el empate, lo hizo a raíz de las declaraciones de Fischer sobre su match con Korchnoi, que ellos habían hecho varias tablas “ridículamente cortas”; “quise confrontarlo a una especie de problema psicológico, demostrarle, que, si lo deseaba, con las blancas, podía hacer tablas siempre” (Petrosian), vemos que, a diferencia de Fischer, Petrosian se creó nuevos frentes de lucha, y se desvió de su objetivo principal, que era imponerse a su rival.

En la quinta partida, tal vez la más importante, Petrosian (¡otra vez con negras!), volvió a estar cerca de la victoria, pero, como comentó Spassky, “…en la quinta hora de juego, cuando Petrosian tenía que dar vigorosos pasos para recoger los frutos de su estrategia, no fue capaz de hacerlo, tal vez a causa de la tensión nerviosa”.

En el sexto encuentro Fischer se aprovechó de una imprecisión de Petrosian en la apertura, y logró ventaja, que mantuvo toda la partida; aunque en el momento de suspenderse y dejar sellada su jugada, Petrosian desperdició una artística oportunidad de luchar por las tablas, debía sacrificar dos peones, no lo hizo, y no pudo salvar el juego.

Sobre la séptima partida, donde Fischer realizó una obra maestra, Petrosian declaró: “…después de la sexta partida Fischer realmente se convirtió en un genio...”; Spassky opinó que “La Defensa Siciliana elegida por Petrosian en la séptima partida mostró un ansia de revancha muy grande, pero se encontró con el mejor Fischer posible, en ella logró demostrar sus extraordinarias cualidades como ajedrecista y como luchador... luego de ella quedó claro que Petrosian ya no podría salvar el match”.

Fischer también consideró a la séptima como a su mejor partida, y tras dos victorias finales de Fischer, el duelo se terminó; comenta Baturisnky, el jefe de la delegación soviética, tras el abandono de Petrosian en la 9ª y última partida “Por primera vez en el match, un creciente rumor se pudo oír en toda la sala…una multitud de reporteros, y los aficionados más emotivos, se abalanzaron sobre el escenario, sólo para ser devueltos a sus sitios por la policía y los empleados del teatro”.

Fischer alabó el juego de Petrosian, admitiendo que en las cinco primeras partidas le pudo haber derrotado en casi todas, mientras que Spassky atribuyó el colapso final de Petrosian, a que le faltó determinación para entregarse a una lucha sin cuartel.

Como era de esperar, el abultado resultado, por 6 ½ a 2 ½, también fue predicho por el inmortal Don Miguel Najdorf.

Recordemos la sexta partida, la primera de las cuatro victorias consecutivas de Fischer.Tigran Petrosian (2.640) – Robert Fischer (2.760) Apertura Reti [A06], Buenos Aires (m/6), 1971

Fischer vs Petrosian, Buenos Aires match 1971. partida 6.

1.Cf3 c5 2.b3

[Petrosian no se podía explicar, después, por qué hizo esta jugada, en vez de lo planeado 2.c4.]

2...d5 3.Ab2?!

[Esta es una imprecisión, era mejor 3.e3 donde 3...f6?! se responde con 4.d4!]

3...f6! 4.c4 d4 5.d3 e5 6.e3 Ce7! 7.Ae2 Cec6 8.Cbd2 Ae7 9.0–0 0–0

[Fischer está jugando una posición favorable de Benoni con colores cambiados, las jugadas b3 y Ab2 han empeorado la posición blanca, dado que el Ab2 está inactivo.]

10.e4
[Era mejor 10.exd4 cxd4 en opinión de Korchnoi.]

10...a6!

[Buscando la ruptura temática b5.]

11.Ce1 b5 12.Ag4 Axg4 13.Dxg4 Dc8 14.De2 Cd7 15.Cc2

[Era preferible 15.g3 con idea de f4.]

15...Tb8 16.Tfc1 De8 17.Aa3 Ad6 18.Ce1 g6 19.cxb5

[Otra vez era mejor 19.g3 seguido de Cg2, indicó Averbach, quien destacó que en este tipo de posición, de “guerra de nervios” es donde había superado a Korchnoi, en la partida decisiva, pero que en este caso fueron los nervios de Petrosian los que no estuvieron a la altura requerida.]

19...axb5 20.Ab2 Cb6

[Ahora Fischer prepara la ruptura c4.]

21.Cef3 Ta8 22.a3 Ca5 23.Dd1 Df7 24.a4 bxa4 25.bxa4 c4 26.dxc4 Caxc4 27.Cxc4 Cxc4 28.De2 Cxb2?!

[Una imprecisión que pierde parte de la ventaja. 28...Ca5! fue sugerido por Korchnoi y Averbach, tras 29.Aa3 (No 29.Cd2? por 29...Ab4!, ganando), 29...Axa3 30.Txa3 Tfc8, las negras tienen clara ventaja, por ejemplo 31.Taa1 (31.Dd1?! Db7! 32.Cd2 Txc1 33.Dxc1 Tc8 34.Da1 Tc2 es peor, señaló Averbach.), 31...Cb3 32.Txc8+ Txc8 33.Tb1 Dc4 34.Dxc4+ Txc4, y cae un peón.]

29.Dxb2 Tfb8 30.Da2 Ab4! 31.Dxf7+ Rxf7 32.Tc7+ Re6 33.g4 Ac3 34.Ta2

[Era preferible 34.Td1.]

34...Tc8 35.Txc8 Txc8 36.a5 Ta8 37.a6 Ta7 38.Rf1 g5! 39.Re2 Rd6 40.Rd3 Rc5 41.Cg1 Rb5

[Aquí Petrosian tuvo que dejar su jugada secreta.]

42.Ce2?

[42.f4!! era el sorprendente recurso que permitía luchar por tablas, veamos la línea principal: 42...gxf4 (42...exf4? 43.Cf3 Txa6 44.Txa6 Rxa6 45.e5 fxe5 46.Cxg5, es evidentemente erróneo.) 43.g5! fxg5 44.Cf3 g4 45.Cxe5 h5 46.Cg6, y los análisis indicaron que las blancas conseguían tablas.]

42...Aa5

[La evaluación del final no es sencilla, ambos comentaron que tan difícil era ganar como hacer tablas, y sobre su juego tras la reanudación Petrosian añadió: ” Jugué de modo horrible y perdí sin prácticamente ofrecer resistencia“]

43.Tb2+ Rxa6 44.Tb1 Tc7 45.Tb2 Ae1 46.f3 Ra5 47.Tc2 Tb7 48.Ta2+ Rb5 49.Tb2+ Ab4 50.Ta2 Tc7 51.Ta1 Tc8 52.Ta7 Aa5 53.Td7 Ab6 54.Td5+ Ac5 55.Cc1 Ra4 56.Td7 Ab4 57.Ce2 Rb3 58.Tb7 Ta8 59.Txh7 Ta1 60.Cxd4+ exd4 61.Rxd4 Td1+ 62.Re3 Ac5+ 63.Re2 Th1 64.h4 Rc4! 65.h5 Th2+ 66.Re1 Rd3 0–1

Extraido del Diario ABC
Autor:Zenon Franco

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